Qué ver en Valencia

La Catedral, ubicada en pleno casco histórico, fue erigida sobre un antiguo templo romano- visigodo que luego fue mezquita.

Sobre esta construcción, en el año 1238 se erige, a pedido de Jaime I el Conquistador, la primera fase de lo que actualmente es la Catedral.

Predomina el estilo gótico, aunque conviven diferentes estilos que se vinculan a la época de construcción.

Otra de las joyas corresponde al Museo Catedralicio donde se conservan lienzos de Maella y Goya, entre otros.

Otro atractivo de este edificio es la Torre o Miguelete de 50 metros de altura, realizada entre 1381 y 1424 a la que se accede mediante 207 escalones en forma de caracol y desde donde se obtienen maravillosas vistas.

La Catedral se encuentra en la Plaza de la Virgen, significativa por los edificios que alberga. Durante las Fallas, aquí se ubica una gran imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.

Ha sido erigida sobre un antiguo templo romano. La construcción como iglesia cristiana data del año 1238, durante el reinado de Jaime I, quien donó el espacio a los dominicos.

Fue restaurada en varias oportunidades, siendo inicialmente de estilo gótico y recubierta luego siguiendo los cánones del barroco.

En una reciente restauración se ha descubierto una muestra pictórica que, por su valor artístico, se la conoce como la “Capilla Sixtina” valenciana.

Cada lunes, la iglesia se llena de feligreses que realizan la Caminata de San Nicolás, una práctica tradicional y de gran devoción.

Actualmente por cuestiones de organización, se han dividido los horarios entre un horario de culto y uno cultural. En el primero no es posible sacar fotos ni hacer visita turística mientras que en el horario cultural se puede hacer visita guiada o por libre.

Las Torres de Serranos, junto con las de Quart, datan del siglo XIV y su función principal fue la de defender la ciudad antigua.

Se erigen en 1392 por Pere Balaguer al ser este punto uno de los accesos más utilizados.

A lo largo de su historia han tenido diversos usos. Fueron cárcel de nobles entre los años 1586 a 1887.

Además de su función defensiva y carcelaria, las torres funcionaron como arco de triunfo.

Actualmente se considera un sitio destacado ya que a sus pies se realiza la Crida durante las Fallas.

La Crida es una llamada que hace la Fallera Mayor para invitar y dar bienvenida a la fiesta valenciana.

La elección de este lugar no es aleatoria: simboliza la llegada de personas que vienen de otros sitios, como sucedía siglos atrás.

La construcción se inició en 1483 finalizó en 1548.

Su estilo principal es el gótico tardío, con elementos renacentistas y su estructura consta de tres cuerpos: el Salón de Contratación, El Torreón Central y el Consolat del Mar.

El Salón de Contratación destaca por sus enormes columnas y superficie. Aquí se colocó la Taula de Canvis, donde se realizaban las operaciones bancarias y transacciones.

Aquí se realizaban las transacciones de carácter comercial durante la Edad Media, en momentos de prosperidad en el Mediterráneo.

Como curiosidad, se denomina “de la seda” por la importancia que este producto tuvo en Valencia desde el siglo XIV al XVIII.

Dentro de su estilo ornamental llama la atención la Sala de la Contratación y su parecido con un sitio religioso. También se destacan las gárgolas que custodian desde lo alto, un detalle no demasiado común en edificaciones que no sean de carácter religioso.

El actual mercado se terminó de construir en 1928 donde funcionaba el mercado antiguo desde 1839. Histórico, ¿verdad?

Tiene 8 mil metros cuadrados donde rebozan no solo productos frescos de gran calidad, sino belleza decorativa y arquitectónica. Esta mixtura atrae cada vez a mayor cantidad de visitantes.

Es uno de los más bonitos y de los primeros mercados españoles en informatizar los servicios a través de la venta online y reparto a domicilio.

No sólo es un mercado donde encontrar excelentes productos, es un centro de interés social. Por iniciativas lanzadas para fechas como San Valentín, Navidad y otros eventos populares.

Puedes comprar online, por correo o llamando por teléfono. Diversas alternativas para facilitar la experiencia.

Esta construcción data del año 1840, destinada en sus orígenes a albergar comercios de cerámicos, lanas y textiles en general.

Consta de una primera planta que alberga distintos tipos de comercios, especialmente de artesanía, hilos, bordados o recuerdos valencianos.

Cuenta, además, de tres plantas superiores destinadas a viviendas.

En la planta baja nos encontramos con los locales gastronómicos.

Desde su interior se obtiene una bonita vista del campanario barroco de Santa Catalina.

La plaza ha sido restaurada recientemente, en el año 2012.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias es una obra de Santiago Calatrava y es un espacio donde la ciencia y el ocio se combinan para ofrecer aprendizaje y diversión familiar.

Consta de diferentes edificios, cada uno dedicado a un tema particular: L’Hemisfèric, el Museo de las Ciencias y L’Oceanogràfic.

Para entrar, deberás comprar una entrada combinada o individual.

En el Oceonográfico podrás ver más de 45 mil ejemplares diferentes de especies entre delfines, focas, tiburones y mucho más.

El Hemisfèric es un cine digital 3D con pantalla de 900 metros donde se proyectan diversas películas y documentales.

El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe es un espacio interactivo donde jugar y aprender.

El Palau de les Arts Reina Sofía es un espacio que ofrece espectáculos de ópera, zarzuela, conciertos y demás.

También encuentras el Umbracle, un jardín de grandes dimensiones y El Ágora, que acoge diversidad de eventos. Éste, sin embargo, no suele estar abierto al público.

Para llegar hasta aquí debemos alejarnos 4 km del centro.

La Marina de Valencia se sitúa al lado del Paseo Marítimo y cuenta con un millón de m2 de espacio abierto dedicado al turismo, la náutica, innovación y gastronomía.

Emplazada donde se ubicaba el antiguo puerto de la ciudad, hoy es un polo interesante para la realización de deportes náuticos ya que cuenta con clubes y federaciones de deportes.

Aquí se encuentra el Veles e Vents, un multiespacio donde disfrutar de espectáculos y gastronomía.

Muy cerca de allí se encuentra la playa urbana de Malvarrosa, una playa abierta, de arena fina que tiene una anchura de mil metros.

La playa cuenta con todas las comodidades y servicios como para pasar un bonito día. Baños, alquiler de tumbonas, aparcamiento, postas de vigilancia y accesibilidad para personas con movilidad reducida.

La entrada accesible se encuentra frente a la posta sanitaria nº 1.

Tras la riada del año 1957, el cauce del río Turia se desvió y quedó un inmenso espacio donde se proyectó y construyó este paseo natural, inaugurado en 1986.

Diversos paisajistas fueron los encargados de construir este jardín, repleto de palmeras, naranjos, pistas deportivas y estanques.

Es especial para hacer deportes y para pasear en familia. Entre los espacios interesantes encontramos Gulliver, un gigante que alberga un conjunto de toboganes para los más pequeños.

También hay diversas opciones de bares y restaurantes para sentarse a disfrutar.

Está atravesado por 18 puentes que representan diferentes etapas históricas y estilos.

El Parque Natural fue declarado como tal en 1986, al ser considerado uno de los humedales costeros más importantes de la Comunidad Valenciana.

Se ubica 10 km al sur de la ciudad y gracias a su cercaní permite estar en pocos minutos dentro de un entorno natural de maravilla de casi 24 km2.

Su nombre es de origen árabe y significa pequeño mar.

En el Parque hay diversas actividades para realizar. Se puede optar por realizar alguna de las seis rutas señalizadas, optando por recorrerlo caminando o en bicicleta. También puedes dar un paseo en las barcas que parten desde el embarcadero.

En La Albufera se descubre el ecosistema de los arrozales y existen especies en peligro de extinción, como el samaruc.

Es el sitio emblema de la gastronomía valenciana, sobre todo porque aquí se originó la paella, plato por excelencia que caracteriza a toda la comunidad.

En un predio de 100,000 m2 se recrea el ecosistema africano y otros hábitats en un innovador zoológico donde las barreras se vuelven invisibles y los animales interactúan entre sí.

Están recreados los ecosistemas salvajes africanos de Madagascar, la sabana, los humedales y el bosque ecuatorial. Cada uno con su ecosistema particular.

Además de tener la opción de recorrer el lugar por cuenta propia, los guías, cuidadores y biólogos, ofrecen visitas guiadas en las que van informando acerca de particularidades de los animales, la naturaleza y la importancia del cuidado de la misma.

Hay diversas actividades interesantes para enriquecer la visita y aprender de ella: la posibilidad de alimentar a los animales de manera guiada, exhibiciones educativas y cine, entre otros.