Qué ver en Oslo

Una de las actividades más atractivas y recomendables es el inicio del cambio de guardia, que se lleva a cabo todos los días sobre las 13:00h.
No te pierdas la oportunidad de recorrer los enormes salones en los que se tomaban importantes decisiones, las mazmorras en las que fueron encarcelados rebeldes y maleantes o la cripta donde descansan algunos reyes.
Te recomendamos el Museo de la Resistencia Noruega: un espacio sobre la historia de la ocupación nazi con especial atención a las actividades del movimiento de resistencia.
La fortaleza puede visitarse gratis. La entrada al castillo está incluida en la Oslo Pass.
Fue construida en la Edad Media a modo de castillo real en 1290.
En el siglo XVII fue modificada en estilo renacentista y rodeada de una fortaleza con bastiones.
En el siglo XIX la zona más exterior se usó como solar para nuevos edificios urbanos con funciones públicas y privadas.
La misma fortaleza sirvió para la población de la ciudad como lugar de recreo y paseo.
La misma fortaleza sirvió para la población de la ciudad como lugar de recreo y paseo.
La playa de Akershus se convirtió en un popular balneario durante el verano y en una pista de patinaje invernal.
A finales del siglo XIX se inició una gran obra de restauración.
Actualmente sirve como cuartel general, escuela de oficiales y espacio de alojamiento.
También alberga la fortaleza el Museo Noruego de la Defensa, el Museo de la Resistencia y los ministerios de Defensa y de Medio Ambiente.
Su impresionante arquitectura se corresponde con la de una fortaleza militar, con fosos, pasillos y amplios patios en su interior.
Cruzar la muralla es como entrar en un pueblo de la Edad Media.
La principal de las atracciones de la fortaleza es el castillo, de carácter austero en su exterior pero con un interior que sorprende por su decoración perfectamente conservada.
Hay una zona de recreo para "vikingos" que utilizan su interior para practicar con las espadas. Es muy divertida.
Es un hermoso lugar cercano al puerto. La cercanía del mar le da un ambiente de serenidad.
Resulta muy acogedor el pequeño arroyo bordeado por bancos para sentarse que cruza el recinto.
Las vistas desde su zona más elevada son espectaculares, pues alcanzan una amplia extensión del territorio desde la bahía hasta los fiordos.
Entrada gratuita.
+47 23 09 39 17

Para visitar gratis o con descuentos varias atracciones de la ciudad, tienes la posibilidad de adquirir la tarjeta Oslo Pass desde 44€.
También permite el uso ilimitado del transporte público incluido el ferry.
La tarjeta Oslo Pass se recoge en la Oficina de Turismo, junto a la salida principal de la estación ferroviaria Oslo Sentralstasjon. Allí también puedes hacerte con un plano de la ciudad.
Recuerda que 1 corona noruega (NOK) equivale a 0,099€.
Se trata de un antiguo astillero donde se establecieron algunas industrias a partir del siglo XIX.
En torno a la nueva actividad económica se desarrolló un suburbio de la ciudad de Oslo en este espacio portuario.
La zona albergó astilleros e industrias hasta 1982.
Aker Brygge, tal como lo conocemos hoy en día, fue construido en varias fases.
Se demolieron algunos edificios industriales antiguos a la vez que se transformaron varios talleres en zonas comerciales.
La primera fase de la construcción terminó en 1986.
La cuarta y última fase del proyecto concluyó en 1998.
Actualmente contiene un centro comercial con tiendas y restaurantes, un cine, oficinas y apartamentos.
Además, hay un pequeño puerto y una terminal del servicio de los barcos que cubren la ruta por el fiordo.
Este lugar presenta un aspecto particular, pues la arquitectura moderna y funcional se une a los elegantes antiguos astilleros.
Es una zona muy animada sobre todo en verano; un lugar de encuentro habitual tanto para locales como para visitantes.
En la calle peatonal, que discurre a lo largo del muelle, hay multitud de terrazas con magníficas vistas sobre el muelle y el fiordo de Oslo.
En verano hay un curioso bar flotante atracado en el embarcadero.
Acceso libre

En este barrio creció el pintor Edvard Munch. Aunque no podrás visitar las casas en las que vivió, el buen estado de conservación de los edificios de esta zona te transportará al Oslo de finales del XIX.
No dejes de aprovechar esta ocasión para dar un paseo por las márgenes del río Akerselva que atraviesa la ciudad marcado una frontera natural entre el este y el oeste de Oslo.
Además de imágenes de postal, a su valor paisajístico se suma su condición de zona cultural protegida, totalmente recomendable.
Antiguas fábricas, fundiciones y aserraderos han resurgido en forma de centros culturales, bares y oficinas que coexisten bajo estrictos criterios de respeto medioambiental.
Se trata de un antiguo barrio obrero reconvertido en zona de ocio.
Destaca por sus muestras de arte callejeras, sus originales cafeterías y sus discotecas de moda.
En sus tiendas alternativas se venden artículos de diseño y prendas vintage.
Ahí se encuentra el Centro Noruego de Diseño y Arquitectura, que siempre organiza interesantes eventos y exposiciones temporales.
Se celebran mercados los fines de semana en los que se pueden encontrar objetos artesanales, utensilios de cocina, joyas y artículos decorativos.
Hay varias opciones para la diversión nocturna: Antiguas fábricas donde se celebran conciertos. El club de jazz Blå: un antiguo almacén de oro y diamantes que ahora es uno de los grandes clubs alternativos de Oslo, muy popular por sus conciertos.
Grünerløkka es un oasis inconformista que nos invita a perdernos por sus calles y dejar volar el tiempo en originales cafeterías, tiendas de ropa vintage, galerías, restaurantes, mercadillos y zonas verdes.
Es una zona fascinante por la creatividad que muestra en cada rincón.
Esta barriada poco convencional nos ofrece la posibilidad de tener experiencias cien por cien locales y de integrarnos en el espíritu de Oslo.
Acceso libre

Ten en cuenta que el palacio solo está abierto a los visitantes desde últimos de junio hasta mediados de agosto.
Las visitas guiadas duran cerca de una hora.
Te recomendamos no perder detalle de la llamada Sala de los Pájaros cuyas paredes están decoradas con preciosos murales de aves.
No olvides que los jardines están abiertos al público desde mediados de mayo hasta octubre.
Si coincide con tu horario es recomendable ver el cambio de guardia.
Todos los días a la 13:30, la Guardia de su Alteza Real desfila durante cuarenta minutos.
La marcha comienza media hora antes en la Fortaleza Akerhus.
Fue construido en el siglo XIX.
Hasta la finalización del palacio la realeza noruega residía en Paléet, un magnífico palacete ubicado en Oslo.
En 1905 el rey Hakon VII se convirtió en el primer monarca en usar el palacio permanentemente.
Durante ese mismo año se introdujeron las reuniones semanales con el Consejo de Estado, una tradición que se ha mantenido hasta la actualidad.
Actualmente el palacio es un lugar de trabajo y reuniones pero no de residencia.
En 2017 las antiguas caballerizas del palacio se renovaron y se convirtieron en un espacio artístico multiusos llamado en noruego Dronning Sonja KunstStall, en honor a la reina consorte Sonia.
El edificio se usa como galería de arte, museo y sala de conciertos y está abierto al público.
Es una construcción austera a la par que majestuosa en pleno centro de la ciudad.
Desde allí hay unas vistas impresionantes de Oslo, pues el palacio se alza sobre una colina.
Uno de los aspectos más llamativos de este espacio es que no se trata de un recinto restringido. Por el contrario, es posible acercarse hasta la misma puerta.
Los jardines que rodean al palacio son espectaculares. Sus árboles y sus esculturas son una verdadera obra de arte de la naturaleza y del ser humano.
Adultos: 140NOK. Niños, estudiantes y mayores de 60 años: 110NOK. Menores de tres años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita.
+47 22 04 87 00

Te recomendamos no perder detalle de estas tres obras: - El Monolito, un bloque de granito que está esculpido con figuras humanas entrelazadas. - El Niño Enfadado. - La Rueda de la Vida, en la que siete figuras humanas, cuatro adultas y tres infantiles, forman un círculo.
Fue creado por el escultor noruego Gustav Vigeland entre los años 1907 y 1942 por encargo del ayuntamiento de Oslo.
Se trató de un acuerdo, ya que el Consistorio iba a demoler el edificio donde se encontraba el estudio del artista.
Vigeland recibiría un espacio a modo de estudio y vivienda y a cambio se comprometía a donar toda su obra.
Por tanto, el parque supone una exposición permanente de las esculturas que Vigeland esculpió a lo largo de la mayor parte de su vida.
Alberga más de 200 obras realizadas en piedra y bronce.
Se divide en cinco áreas: - La cancela de la entrada. - El puente. - La fuente. - El monolito. La rueda de la vida.
Gustav Vigeland quiso expresar su mensaje con esta fuente: “El tiempo del hombre es solo una pequeña porción en el ciclo de la vida”.
Impresionante museo al aire libre en el que las esculturas reflejan diferentes estados de ánimo y momentos de la existencia
Es muy emocionante pasear por este parque, pues nos lleva a evocar los acontecimientos de la vida cotidiana y los momentos y etapas importantes como el nacimiento, la infancia, la adolescencia, el primer amor, la madurez, los hijos, la familia, la vejez y la muerte.
Resulta impactante y a la vez entrañable la desnudez de las figuras, que provoca una gran sensación de libertad.
Acceso libre

Desde el centro de Oslo el viaje de ida y vuelta dura alrededor de hora y media.
Te recomendamos subir hasta lo alto de la torre del trampolín pues disfrutarás de magníficas vistas.
No dejes de visitar el simulador para experimentar la sensación del salto con esquíes desde el trampolín.
La pista de trineos de Korketrekkeren es muy divertida y totalmente recomendable.
La zona cuenta con otras atracciones entre las que cabe destacar la pista de esquí conocida como Oslo Winterpark y la estatua Kragstøtten, situada en lo alto de una colina y que también proporciona una panorámica espectacular.
Holmenkollen es una zona montañosa situada en las afueras de Oslo
Ha sido un área recreativa de esquí desde finales del siglo XIX con su famosa plataforma de salto de esquí que alberga competiciones desde 1892.
Fundado en 1923, el museo está situado al pie del trampolín de Holmenkollen.
Muestra 4000 años de historia del esquí; desde los utilizados por los antiguos vikingos para desplazarse sobre las superficies heladas hasta los modelos actuales diseñados para la práctica del deporte.
Acoge exposiciones de los equipos utilizados en expediciones polares y sobre la vida al aire libre en las zonas forestales de Oslo.
Cuando la nieve desaparece, el parque de invierno se convierte en el parque de verano, especialmente concebido para ir en bici o para practicar la escalada.
En las instalaciones de Holmenkollen, además del museo, podrás descubrir diferentes aspectos de la cultura noruega del esquí, como el enorme trampolín olímpico de saltos.
Constituye un magnífico punto de partida para ejercitar este deporte
Es un icono de las competiciones de saltos de esquí. La estructura de la rampa es una magnífica obra de ingeniería.
Toda la zona de Holmenkollen es una maravilla; resulta impresionante la perfecta combinación entre la naturaleza y la obra del ser humano.
Museo y trampolín: Adultos: 110 NOK. Niños: 55 NOK. Entrada gratuita con la tarjeta Oslo Pass.
-47 916 71 947

Si viajas a Oslo en verano y con niños, no te pierdas las numerosas actividades para ellos, que incluyen bailes tradicionales, elaboración de artesanía, anfitriones y guías vestidos con trajes tradicionales y un parque infantil antiguo.
Cada año se celebra un gran mercado navideño.
Te recomendamos las exposiciones que encontrarás a los largo del recorrido del museo, que exhiben trajes regionales así como muestras de artesanía y cultura laponas.
Una de las edificaciones más atractivas es la iglesia de madera construida en el año 1200, que fue una de las primeras piezas en formar parte de las exposiciones.
Es uno de los museos al aire libre más grandes del mundo.
Muestra la historia y cultura de las distintas regiones de Noruega a través de más de 150 casas antiguas en las que se exponen artículos tradicionales.
Cuenta con granjas en las que se muestra cómo se desarrollaba la vida en las zonas rurales en el pasado.
Se pueden admirar una gasolinera y una farmacia antiguas, casas completamente amuebladas y decoradas, o bien una tienda de alimentación donde comer o hacer algunas compras de productos típicos.
En la zona más moderna del museo es posible recorrer un edificio de apartamentos ambientados en diferentes épocas que cuentan con todo lujo de detalles, desde la ropa de los armarios hasta los programas de televisión o de radio que se emitían en el momento.
Recorrer este recinto supone acercarse un poco a conocer la historia del pueblo noruego a través de sus construcciones y de su forma de vida.
Los empleados del museo visten con ropa tradicional, por lo que durante el itinerario los visitantes pueden sentirse como si se encontrasen en diferentes puntos de Noruega en distintas épocas.
Se trata de un paseo por la naturaleza combinado con una lección cultural e histórica, lo que resulta una visita amena y agradable ideal para niños y mayores.
Es bastante diferente visitarlo en invierno o en verano. En invierno es más nostálgico, pues las condiciones climáticas hacen del lugar un sitio más romántico sobre todo si está nevado.
En los meses más calurosos es un espacio muy alegre y animado.
Adultos: 160 NOK. Estudiantes y mayores de 60 años: 120 NOK. Niños entre 6 y 15 años: 40 NOK. Menores de 6 años: entrada gratuita. Oslo Pass: entrada gratuita.
+47 22 12 37 00

Te recomendamos no perder detalle de la primorosa decoración en madera tallada del barco Oseberg, que data del año 820 y fue construido en madera de roble.
Incluso se pueden apreciar restos de la pintura original.
Para apreciarlo bien lo mejor es subir a un mirador situado en la segunda planta sobre el vestíbulo.
Es muy interesante el documental que se proyecta sobre uno de los muros del museo tres veces al día sobre la era vikinga.
Los barcos fueron encontrados en tres grandes tumbas reales en las cercanías del fiordo de Oslo.
Fueron enterrados hace más de 1100 años para transportar a sus reales propietarios al reino de los muertos.
El museo muestra también otros hallazgos realizados en los sepulcros: pequeñas embarcaciones, trineos, el único carro de la época vikinga, tejidos y objetos domésticos.
Descubierto en 1904, el barco Oseberg es el que se presenta mejor estado de conservación.
El barco Gokstad data aproximadamente del año 890, cuenta con 23 metros de largo y 5 de ancho y en su interior se encontraron numerosos utensilios. Fue hallado en 1884.
El barco Tune fue hallado en el año 1867 aunque apareció en mal estado de conservación y actualmente apenas es posible ver la cubierta.
Tendrás la sensación de haber dado un salto en el tiempo para revivir la época de los vikingos.
El museo te brinda una oportunidad única para conocer el día a día de esta estirpe de guerreros y navegantes.
Durante la visita al museo se pueden aprender muchos interesantes detalles acerca de esta cultura.
Admirando los barcos y objetos exhibidos lo primero que nos viene a la mente son las imágenes de los vikingos navegando en sus drakkars hacia territorios desconocidos.
Adultos: 100 NOK. Estudiantes y mayores de 60 años: 80NOK. Menores de 18 años: entrada gratuita. Oslo Pass: entrada gratuita.
-47 22 13 52 80

Te recomendamos llegar antes de que empiecen a llegar los espectadores. De ese modo podrás explorar el entorno de madera, poco corriente en un auditorio, y que es un recordatorio de la naturaleza e historia noruegas.
Uno de los elementos decorativos más atractivos del recinto es la lámpara de araña de 7 metros de diámetro.
Está hecha de barras de vidrio colado a mano iluminadas a través de luces LED. Cuando se enciende o se apaga, parece una luna.
Es el centro de artes escénicas más importante de ese país.
Se inauguró en 2008 y fue diseñada por el estudio de arquitectura noruego Snøhetta.
Inspirado en un témpano emergiendo del mar, el edificio está íntegramente revestido con mármol blanco de Carrara y cristal.
La peculiar estructura del edificio ha devuelto el muelle a los ciudadanos y visitantes de Oslo.
Cuenta con un espacio interior enorme con espectaculares diseños.
Hay tres escenarios con diseños muy diferenciados, numerosas salas públicas y auditorios para explorar y un vibrante lugar de trabajo para más de 600 profesionales de la ópera y el ballet.
A lo largo del año la Casa de la Ópera alberga una gran variedad de obras al aire libre, conciertos y otros eventos.
Se trata de una preciosa superficie diseñada para pasear sobre ella.
La innovadora configuración de la Casa de la Ópera, con su tejado cubierto de mármol, te mostrará ángulos novedosos y diferentes de la ciudad.
A la derecha se puede ver el archipiélago de fiordos con pequeñas y tradicionales casas de verano hechas de madera y pintadas de colores brillantes y optimistas.
A la izquierda se puede ver el centro de Oslo y las numerosas colinas y montañas con forma de cuento de hadas que la abrazan.
Uno de muchos ejemplos de un diseño asombroso por parte de diferentes artistas es el revestimiento perforado creado por el artista Olafur Eliasson.
La entrada al edificio es gratuita. El precio de la ópera varía en función de cada representación.
-+47 21 42 21 21

La salida de los barcos está junto al Ayuntamiento, en el muelle 3 de la terminal de ferris de la Rådhusplassen, la plaza del Ayuntamiento de Oslo.
Los recorridos cuentan con audioguía en inglés, lo cual es recomendable para una perfecta comprensión.
Hay diferentes opciones para recorrer el fiordo, con o sin paradas en determinados lugares.
Incluso cabe la posibilidad de contratar un minicrucero con paradas ilimitadas. Varios barcos hacen un trayecto regular que permite subir y bajar cuando se desee.
De este modo, puedes combinar navegación y visita a algunos de los lugares más emblemáticos de Oslo.
Durante la travesía surcaremos las aguas del puerto y del fiordo de Oslo a bordo de un velero o un de un barco turístico, despendiendo del grupo y de las condiciones climáticas.
Desde la cubierta del buque observaremos el vanguardista edificio de la Ópera de Oslo, la fortaleza Arkeshus y el Ayuntamiento.
Bordearemos la costa de la península de Bygdøy, conocida por la gran cantidad de museos que alberga.
Al sur de este lugar contemplaremos el faro de Dyna, situado en un pequeño islote.
Continuaremos navegando junto al litoral de algunas islas del fiordo de Oslo como Lindøya o Hovedøya, caracterizadas por sus verdes paisajes y sus típicas casas de colores.
La ruta termina navegando de regreso hasta el punto de partida.
Recorrer el fiordo navegando te brinda la posibilidad de admirar varios monumentos y puntos de interés de la ciudad desde una perspectiva totalmente distinta.
A lo largo del itinerario podemos descubrir nuevos aspectos del patrimonio paisajístico y cultural de Oslo.
- Depende de la opción elegida. - Entre 25 y 45 euros para adultos - Niños: consultar precios. Gratis para menores de 4 años.

Oslo es una ciudad que impresiona y enamora. Vikingos y graffiteros, árboles y cristal. Recorrer sus espacios urbanos y forestales es emprender un mágico viaje a través de los tiempos.

Fortaleza de Akershus

Grandioso complejo de edificaciones militares junto al mar.

Aker Brygge

Preciosa zona portuaria a orillas del fiordo

Grünerløkka

Una de las zonas más populares y animadas de Oslo

Castillo y Parque del Castillo

Residencia oficial de los monarcas noruegos en la ciudad

El monolito del Parque Vigeland

El más famoso y sorprendente parque de Oslo

Holmenkollen

Centro mundial del ski con su espectacular trampolín

Museo del Pueblo Noruego

Una representación de la historia noruega al aire libre

Museo de barcos vikingos de Oslo

Expone los barcos vikingos mejor conservados del mundo

Ópera de Oslo

Impresionante y moderno auditorio y mirador a la vez

Rådhusbrygge 3

Crucero por el fiordo de Oslo