Qué ver en Sevilla

La plaza fue construida para la Exposición Iberoamericana, celebrada en 1929, y fue iniciada por el arquitecto Aníbal González exponente del arte regionalista.

Se comenzó a construir en el año 1917 y en el año 1926 el arquitecto inicial renunció a la obra, con lo cual se retrasó su finalización.

Es una obra renacentista que mezcla elementos del arte regional y cuyos materiales son una mezcla de mármol, cerámica, ladrillo visto y azulejos, lo cual le otorga un toque diferenciador.

¿Qué la hace tan especial? Por un lado sus espectaculares dimensiones: la superficie de 50 mil m2, su forma semicircular de 200 m2 de diámetro y el lago artificial en su centro.

La forma semieliptica representa el abrazo de España con sus colonias.

Por otro lado, el simbolismo: busca representar cada una de las provincias españolas. A cada una le corresponde un banco, un azulejo, su escudo, mapa y elementos que la distinguen.

Debería haber 50 bancos, pero hay 48, ya que en el momento de su construcción Tenerife estaba dentro de Canarias, con lo cual no tiene azulejo, ni banco propio. Además, Sevilla no está representada independientemente y se encuentra presente en otros azulejos.

Encima de cada banco se encuentra la figura de alguna persona considerada ilustre en la historia española.

Como dato de color, ha sido la obra más cara de las destinadas para la Exposición y han llegado a trabajar hasta mil obreros.

Actualmente es sede del Gobierno Central de Andalucía, de la Capitanía General y del Museo Militar.

Estos jardines pertenecieron inicialmente al palacio de San Telmo, hasta que en 1893, fueron donados por la duquesa de Montpellier, la infanta María Luisa de Borbón, a la ciudad.

El actual parque respeta el trazado de los antiguos jardines, aunque las obras de remodelación incluyeron la presencia de un paisajista francés que le otorgó la impronta de parque público. Siempre respetando las particularidades y clima de la región.

En 1910 fue escogido como sitio principal para la Exposición Iberoamericana y comenzaron las obras de ampliación. Se construyeron varios pabellones, como el Mudéjar y el Real, y glorietas inspiradas en diversas figuras como Bécquer y Cervantes.

Dentro del parque se encuentran la Plaza de América, el Museo de Artes y Costumbres Populares, el Pabellón Real y el Museo Arqueológico.

En su interior existen bares, cuenta con parking y ofrece servicios aptos para personas con discapacidad.

El edificio, del siglo XVIII, se construyó como la primera fábrica de tabacos en Europa, que en su momento de esplendor llegó a tener más de 12 mil empleados.

A partir del siglo XV, el tabaco se traía desde América y se procesaba en España en diversas fábricas menores.

En el edificio destacan dos zonas diferentes: la que estaba destinada a la actividad de fabricación, que ocupaba las dos terceras partes; y la destinada a los almacenes, el vestíbulo y las viviendas.

Al entrar por su fachada principal, al lado de las escaleras se encontraban las viviendas de quienes ocupan los cargos más importantes.

Desde 1950, el edificio alberga el Rectorado de la Universidad de Sevilla. En esta década, se emprendió el trabajo de reconstrucción para adaptar y restaurar la antigua edificacion.

Llama la atención el pozo que rodea tres de sus lados exteriores. Fue creado como forma de defensa, teniendo en cuenta que la fábrica se ubicaba en las afueras de la ciudad en una zona por entonces conflictiva.

Actualmente, se puede visitar el interior de forma libre y mediante una visita guiada. Esta última incluye el paraninfo, la galería de rectores, el nuevo pabellón, los patios centrales, las facultades de filología y geografía e historia, la biblioteca, el patio del arte, la antigua cárcel, la capilla principal y la capilla.

Se ofrecen otras visitas como "Un día en la Universidad", de 5 horas de duración, y las visitas específicas al panteón de los sevillanos ilustres (40min), a la iglesia de la anunciación (1h) y los jardines Forestier (45min).

La torre es una construcción almohade que data del año 1221. Formó parte de una antigua muralla que rodeaba la ciudad y su carácter fue defensivo.

Desde su estructura se extendió una cadena hacia el otro lado del río, cuya finalidad era frenar las embarcaciones enemigas.

Tiene 36 metros de altura y está compuesta de tres partes. La primera, de forma dodecagonal, construida en la época almohade. La segunda parte fue erigida por Pedro I, conocido como "El Cruel". La tercera parte, cilíndrica, data del siglo XVIII y finaliza en una cúpula.

Ha tenido varias finalidades: funcionó como prisión, capilla y almacén de pólvora, entre otras.

Tras el terremoto de 1755, cayó en estado de total abandono, hasta ser rescatada a principios del siglo XX.

Desde 1944, alberga un pequeño Museo Naval compuesto por dos plantas y una terraza.

Su construcción comenzó en 1401 en el sitio donde estaba emplazada la antigua Mezquita Mayor. Se conservan el antiguo alminar, conocido como la Giralda, la Puerta del Perdón y el patio de Los Naranjos. Estos elementos le otorgan su identidad y la hacen única.

Fue convertida en catedral en 1248, producto de la conquista de Fernando III de Castilla.

Es un templo de estilo gótico considerado uno de los más grandes del mundo. Consta de cinco naves y la planta es rectangular, de 116 m de largo y 76 de ancho. La mayor altura, en el crucero, llega a los 40 metros de altura.

El retablo mayor es uno de los más grandes del mundo y una de las estructuras de madera más significativas.

Las vidrieras y cubiertas de edificios se consideran muy interesantes y únicas. Tanto que existe una visita especial dedicada a ellas.

El patio de Los Naranjos, si bien ha sido reformado a lo largo de la historia, conserva su estructura original. En el centro donde se encuentran las fuentes, los musulmanes realizaban las abluciones antes de entrar a la Mezquita.

De las portadas que la conforman, la Puerta del Perdón es la que aún conserva el estilo almohade y es por donde se ingresaba a la antigua Mezquita. Su arco frontal original es de la época musulmana y la decoración, de estilo plateresco, fue reformada en 1522. Hoy, es la puerta por donde se sale luego de la visita cultural.

Dentro de las opciones para realizar visitas guiadas encuentra, la visita a la Catedral, incluye: Catedral Gótica, la sacristía y la sala capitular renacentista, el Tesoro, la Giralda, el Patio de Los Naranjos y la Iglesia del Salvador.

Visita a la cubierta para conocer y disfrutar la Catedral desde lo alto y conocer la historia de la construcción y de los personajes que participaron en ella.

Constituye la torre y el campanario de la catedral.

Fue el antiguo alminar de la Mezquita Mayor, construida en 1184, que en su momento se constituyó como la construcción europea más grande del renacimiento.

La giralda comenzó a construirse en 1198 y tenía en aquel entonces 82 metros de altura. Fue finalizado con una esfera de bronce en la punta que la hace aún más espectacular.

Su estructura presenta tres estilos diferenciados que son el signo vivo de las diversas culturas que dejaron su impronta.

El primer tramo pertenece a la época almohade y al antiguo minarete. Sobre él se construyó la torre cristiana, de estilo renacentista y el campanario que cuenta con 24 campanas, constituyéndose el más grande de España.

Sobre él se emplazó una estatua de bronce que simboliza la "fe victoriosa" llamada Giraldillo. De allí, la torre actual toma su nombre.

Para subir hasta la terraza existen unas rampas que facilitan mucho el ascenso. Se realizaron para que sea posible subir con caballos. El último tramo debe hacerse mediante escaleras.

El Alcázar se constituye como un grupo de palacio de estilo musulmán, mudéjar y gótico, que ha tenido diversos usos a lo largo de la historia. Actualmente es residencia de los Reyes de España cuando se encuentran de visita en Sevilla.

Sus orígenes se remontan a la antigua Híspalis romana. Durante el reino omeya en el siglo X, se construiría allí el Palacio fortaleza que más tarde se añadiría al Alcázar de los Abadíes.

Más tarde, tras la conquista cristiana, se convirtió en residencia de los Reyes de Castilla, sede de la Corona y centro del poder municipal.

Sobre las construcciones antiguas, se levanta el Palacio gótico y el Mudéjar.

Pedro I "el Cruel", en el siglo XIV, remodeló el Antiguo Palacio almohade para utilizarlo como residencia real. De este destaca su vestíbulo y los dos patios: el de las Doncellas, destinado a las visitas oficiales y el de las Muñecas, utilizado para los eventos privados. También son espacios dignos de visitar la Alcoba Real y el salón de Los Embajadores.

Los Jardines de Alcázar son una atracción en sí mismo y se pueden visitar de manera independiente. Por su gran belleza, merece la pena dedicarle un tiempo, especialmente al Jardín de la Troya, jardín de la Danza y al jardín de Mercurio.

Su origen se remonta a la época romana, momento en el que el Barrio fue el límite de la ciudad amurallada. En la calle Mármoles aún se conservan tres columnas que datan de aquella época.

Durante el dominio musulmán, en el siglo XI, se levantó la Mezquita Mayor y el Palacio que hoy corresponde a la Catedral y al Alcázar.

Durante la reconquista, en tiempos de Fernando III, fue ocupado por la comunidad judía, transformándose en la judería de la ciudad.

Hay diversos sitios para recorrer. Sin duda el rincón más concurrido es el que conforma la Catedral, el Archivo General de Indias y los Reales Alcázares, un conjunto de edificios monumentales declarados Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO.

Se trata del barrio más tradicional de Sevilla, ya que conjuga la síntesis perfecta de lo que ha sido y es la ciudad. Un barrio bohemio por excelencia donde toreros, artistas y pescadores se han dado cita para transformarlo en lo que es hoy.

Se ubica en la zona sur del Guadalquivir y se extiende desde la Cartuja hasta el barrio de Los Remedios.

En él se despliega una zona de bares y restaurantes para degustar la gastronomía andaluza típica, así como tiendas de artesanía.

Alguno de los puntos principales son la plaza del Altozano, entrando desde el Puente de Triana, el Mercado de Triana y la Estación Marítima.

Sin duda la calle Betis, paralela al río y antigua zona de embarcaderos, es una de las más famosas. Desde allí es posible admirar los edificios más emblemáticos del otro lado del río o sentarse en alguno de sus numerosos restaurantes.

Calle Pureza, paralela a la calle Betis, SLE Acadia Central, dónde se encuentra la Capilla de Los Marineros, de la Hermandad de la esperanza de Triana, que es de las imágenes más valoradas por los habitantes.

El archivo nació en 1785, por iniciativa de Carlos III, con el objetivo de unificar en un mismo sitio toda la documentación relacionada con los territorios ultramarinos.

Desde entonces, se recolectaron allí los documentos provenientes de la Casa de Contratación, el Consejo de Indias y los Consulados, es decir, las instituciones indianas más relevantes.

Actualmente, existen más de 80 millones de páginas de documentación original. Si alguien las colocara en línea recta, las estanterías ocuparían unos 8 km de longitud.

Hay una impresionante cantidad de información acerca de la conquista, la vida de las colonias y su independencia.

El edificio había sido sede de la Lonja de Mercaderes de Sevilla, para dar a los comerciantes un espacio donde pudiesen cerrar negocios y resolver sus pleitos.

La construcción se terminó en 1646, momento en el que se produce una decadencia comercial y política del imperio. Por estos años, en 1717, la sede comercial de ultramar es trasladada a Cádiz.

Actualmente, se puede realizar una visita al edificio y al archivo, que es libre y sin coste alguno.

El flamenco es la expresión folclórica por excelencia de Andalucía. Sus orígenes se relacionan a la llegada de la comunidad gitana en el siglo XV y fundamentalmente a la fusión de estilo gitanos, moriscos y cristianos que aportaron diversos matices.

Esta expresión se hace popular gracias a los cafés cantantes, considerados los orígenes incipientes de los actuales tablaos.

Eran espacios de culto, donde se reunían a disfrutar del baile, el zapateo, el canto y la guitarra.

La Casa del Flamenco, en particular, se sitúa en el patio interior de una casa palacio del siglo XV y ofrece un espectáculo de una hora con una guitarra y los bailarines.

El show se realiza en el auditorio Alcántara, mostrando lo más esencial del Flamenco, arte declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

A lo largo de la historia se han producido transformaciones. No obstante, la voz del cantante y la guitarra se mantienen tan vivos como en los inicios.

A pesar de considerarse muchas veces un sitio preparado para los turistas, el tablao es uno de los mejores lugares para disfrutar de este tradicional espectáculo, ya que los intérpretes muestran la cultura propia de una manera muy cercana.